Las turbinas eólicas del Mar del Norte se apagaron durante unas horas el pasado fin de semana para garantizar el paso seguro de las aves migratorias, según anunciaron el lunes los Países Bajos, presumiendo de una primicia mundial.
Las aspas de los aerogeneradores situados frente a la costa de la localidad occidental de Borssele y la septentrional de Egmond aan Zee dejaron casi de girar durante cuatro horas el sábado ante la previsión de una “migración masiva de aves”, según informó el gobierno holandés. Esta primera parada forma parte de la fase piloto de una medida que se aplicará regularmente a partir del otoño.
“Se trata de una primicia mundial”, declaró el ministro holandés de Energía, Rob Jetten. “En ningún lugar del mundo se detienen los parques eólicos marinos para proteger a las aves durante las migraciones masivas”, prosiguió, citado en un comunicado. Los propietarios de parques eólicos tendrán que reducir la velocidad de los aerogeneradores a un máximo de dos rotaciones por minuto durante los picos nocturnos previstos, según el Gobierno.
A esta velocidad “tan lenta”, “para nosotros y para las aves, es casi como si se hubieran detenido por completo”, declaró a la AFP Pieter ten Bruggencate, portavoz del Ministerio de Economía y Clima. Los expertos son capaces de predecir la migración de las aves con dos días de antelación, lo que, según el Gobierno, da tiempo al operador de la red, TenneT, para “garantizar la estabilidad de la red de alta tensión”. Los parques eólicos en construcción y los futuros tendrán que cumplir la medida, cuya eficacia se revisará continuamente, según el ejecutivo.
“Dos veces al año, en primavera y otoño, millones de aves cruzan el Mar del Norte en determinadas noches”, declaró Tim van Oijen, de la organización de protección de aves “Vogelbescherming Nederland”, citado en el comunicado. Tras destacar el crecimiento del número de parques eólicos en el Mar del Norte, subraya que es “extremadamente importante que lo hagamos de la forma más responsable posible con el medio ambiente”.