Los garantes de la consulta pública relativa a un proyecto de piscina nuclear de EDF en La Hague, piden a la empresa pública que precise el dimensionamiento del proyecto, anunciaron en un informe de esta consulta del que tomó nota la AFP el martes.
En este informe, que se hizo público el lunes, los garantes piden a EDF que “ponga a disposición y/o aclare” varios puntos al público, entre ellos: “en función de la evolución de la política nuclear, las necesidades y las hipótesis del proyecto (tipo de combustible gastado, cantidad, etc.)”.
También se pide a EDF que especifique “el progreso de la evaluación ambiental, el progreso del estudio de impacto”, incluyendo el “estado inicial” y el “perímetro del proyecto”.
Los garantes también piden a Orano (antes Areva) que “informe periódicamente sobre la cantidad de productos radiactivos que tienen Orano y EDF en el emplazamiento de La Hague y el calendario de su tratamiento y/o eliminación”.
El informe concluye con otras recomendaciones para promover el acceso público a la información “especialmente hasta la apertura de la investigación pública”.
Los garantes recomiendan “un diálogo constante tanto con los representantes elegidos (…) como con las instituciones (…) y el público (…) para poner a disposición y discutir el progreso de los estudios, en particular sobre el estudio medioambiental, la seguridad de las instalaciones, los impactos sociales, medioambientales y económicos”.
“Si el proyecto sigue adelante, los procedimientos de consulta permanente deben desarrollarse y diseñarse de forma que tengan en cuenta esta falta de confianza (por parte de una parte de la población) en el responsable del proyecto, con el fin de conducir a una evolución del proyecto favorable a su integración local”, concluyen los garantes.
Esta consulta pública, que se inició el 22 de diciembre, finalizó el 8 de julio, tras quedar suspendida entre principios de febrero y el 20 de junio. A menudo tormentoso, estaba situado aguas arriba del proyecto de una gran piscina de 6.500T de capacidad para almacenar el combustible nuclear usado, que EDF tiene previsto construir en el lugar donde las piscinas actuales, amenazadas de saturación, ya almacenan unas 10.000T de combustible similar, el equivalente a 100 núcleos de reactores.
Estos combustibles van a ser reprocesados en un nuevo combustible llamado Mox, utilizado en 22 reactores franceses.
Entre los opositores al proyecto, algunos sostienen que hay otras formas de almacenar estos residuos, mientras que otros lamentan que la región de Cotentin sea un centro de energía nuclear: además de La Hague, está la central de Flamanville, la EPR en construcción y la fábrica de submarinos nucleares de Cherburgo.
Si se valida, el proyecto, estimado en 1.250 millones de euros, debería ver la luz en 2034, según EDF.