Los líderes empresariales de 20 grandes economías ven el conflicto ucraniano como un paso positivo hacia la transición energética. En lugar de ralentizar el ritmo de la transición hacia una energía más limpia, la aceleraría. Esta es la conclusión de una encuesta realizada por el bufete de abogados británico Ashurt.
Inversión continua
Las restricciones al gas natural ruso debido al conflicto ucraniano fueron una preocupación. Muchos pensaron que esto llevaría a un aumento de la demanda de carbón para la generación de calor y electricidad. Esta situación podría llevar a los países a no invertir en energía eólica y solar.
Sin embargo, el informe de Ashurt indica lo contrario. De hecho, es probable que la necesidad de una mayor seguridad energética puesta de manifiesto por la crisis conduzca a una transición energética más rápida. Por tanto, no se trata de frenar la transición energética.
La encuesta revela que más del 75% de los 1999 altos ejecutivos encuestados en los países del G20 esperan una aceleración de la transición energética en su país. El 12% opinó lo contrario, ya que vio una desaceleración. Son las empresas y los bancos los que impulsan la inversión en energías renovables desde hace varios meses.
Un futuro incierto
Sin embargo, es probable que esta tendencia cambie. Los encuestados esperan que sean los fondos, y no las empresas, los principales nuevos inversores en energías renovables. Estas inversiones se repartirán a lo largo de los próximos cinco años, especialmente en la región de Asia-Pacífico.
Sin embargo, Quinbrook, el inversor en infraestructuras, prevé una ralentización de las inversiones en energías renovables en Australia durante los próximos dos años. Los precios imprevisibles de la energía amenazan los rendimientos y la escasez de equipos retrasa la finalización de los proyectos. David Scaysbrook, cofundador de Quinbrook, dice:
“Así que el próximo año va a ser bastante magro en cuanto a cifras de inversión, a pesar de todo el negocio principal que es la autoría”.
La encuesta de Ashurt a los altos directivos que participan en la toma de decisiones en materia de energía se realizó entre el 22 de junio y el 7 de julio de 2022. Esto fue antes de que se aprobara la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Esta ley proporciona miles de millones de dólares en créditos fiscales para las energías renovables con el fin de animar a las empresas a invertir.