En el marco del debate sobre la energía nuclear en Europa, siete países de la UE escribieron recientemente una carta a Suecia, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, en la que piden que los objetivos de la UE en materia de energías renovables sigan estando libres de fuentes de energía no renovables. Entre estos países figuran Alemania, Austria, Dinamarca, España, Irlanda, Luxemburgo y Portugal. Francia, que históricamente ha dependido de la energía nuclear para el 70% de su electricidad, está presionando para incluir la energía nuclear en los objetivos de energías renovables de la UE.
El debate sobre el hidrógeno con bajas emisiones de carbono procedente de la energía nuclear
La UE negocia objetivos más ambiciosos de desarrollo de energías renovables para esta década, pero las conversaciones se han estancado por una disputa sobre si los países pueden cumplir los objetivos utilizando “hidrógeno bajo en carbono” producido a partir de energía nuclear. La fuente de combustible divide a los países de la UE: Austria y Luxemburgo se oponen firmemente, mientras que otros países, como Alemania, están eliminando progresivamente sus reactores y países como Dinamarca e Irlanda están libres de energía nuclear.
Los ministros de los siete países afirmaron que incluir el hidrógeno y los combustibles bajos en carbono en los objetivos para 2030 reduciría la ambición y ralentizaría el despliegue de las energías renovables, lo que a su vez pondría en peligro la consecución de los objetivos climáticos. Subrayaron que esta década será decisiva para limitar el cambio climático y que las energías renovables y el hidrógeno serán los principales motores de la reducción de emisiones necesaria para lograrlo.
En el debate, Francia sitúa la energía nuclear a la vanguardia de Europa
Francia ha liderado la campaña para abrir a la energía nuclear los objetivos de la UE en materia de energías renovables. El mes pasado, Francia, Polonia, la República Checa y otros seis países de la UE favorables a la energía nuclear advirtieron de que excluirla de los objetivos frenaría el desarrollo del hidrógeno, por el que Europa apuesta para descarbonizar la industria pesada.
Los siete países reticentes se declararon abiertos a debatir la contribución de los combustibles bajos en carbono en otras normativas de la UE, incluida la relativa a las redes de gas, pero afirmaron que los objetivos en materia de energías renovables sólo deben alcanzarse con energía eólica, solar y otras fuentes de energía renovables.
Sin embargo, un diplomático de la UE afirmó que algunos países se sentían cada vez más frustrados por la presión de Francia en favor de la energía nuclear en una fase avanzada de las negociaciones. Las medidas adoptadas por las dos mayores economías europeas, Francia y Alemania, podrían interpretarse como “una muestra de que los Estados miembros grandes se rigen por reglas distintas a las de los pequeños”, añadió el diplomático.