En Alemania, el hidrógeno renovable parece ser la columna vertebral de la transición energética. Así, el país puede contar con el apoyo de la Unión Europea, y más concretamente del IPCEI (Proyecto Importante de Interés Común Europeo).
De hecho, entre los Estados miembros de la UE, Alemania es uno de los principales puntos de inversión en este marco.
Condiciones de inversión
En el marco del IPCEI, Alemania ha seleccionado 62 proyectos en todo el país. 8 de ellos se encuentran en Hamburgo. Recibirán financiación conjunta del Bundestag y del Land. En total, se espera que estas inversiones generen 2 GW de energía renovable en Alemania.
Por ejemplo, el Senado decidió cofinanciar a la ciudad de Hamburgo hasta 223 millones de euros. La financiación es compartida en un 70% por Alemania y en un 30% por el Estado federado. Las subvenciones asignadas están normalizadas y se realizan en las mismas proporciones en el resto del país.
Este cambio es especialmente relevante para Hamburgo. La parte predominante de la industria en la economía y el empleo de la ciudad es responsable de la mayor parte de las emisiones de CO2. La ciudad, ganadora en su día de la Capital Verde Europea, trata de conciliar su desarrollo económico con las cuestiones medioambientales.
El senador Michael Westhagemann, responsable de economía e innovación, dice:
“Al igual que muchas otras metrópolis, [Hambourg] se enfrenta a una tarea de enormes proporciones: las empresas, los principales empleadores de nuestra ciudad y motores del poder económico y la innovación, deben someterse a una verdadera transformación […] reduciendo de forma sostenible las emisiones de CO2”.
¿Hacia la era del hidrógeno en Alemania?
Sin embargo, una vez en funcionamiento, estos proyectos deben apoyar el desarrollo de una economía renovable. En Hamburgo, según el senador Jens Kerstan, el papel de las empresas públicas de energía es crucial en estas transformaciones.
En el caso de la industria, el hidrógeno suele ser la única alternativa viable. El éxito de la financiación de los proyectos de la IPCEI también requiere un enfoque integrado en todos los niveles de la cadena de valor del hidrógeno.
El deseo de convertir a Hamburgo, antigua ciudad del carbón, en una capital europea del hidrógeno es evidente. Las autoridades locales también pretenden adaptar la actual central eléctrica de Moorburg a esta dinámica.
Además, el proyecto de un centro de hidrógeno renovable es el inicio de esta recomposición del aparato industrial local. Numerosos socios, entre ellos Mitsubishi y Shell, participan en la ejecución de este proyecto en las instalaciones de Moorburg.
En 2028, Hamburgo habrá reducido sus emisiones de carbono en 600.000 toneladas.