En África se necesitan inversiones sostenidas para aumentar el acceso a la energía y el crecimiento económico en el continente. En la Semana del Petróleo de África, celebrada en Ciudad del Cabo, la crisis energética puso de manifiesto la dependencia de la economía mundial de los combustibles fósiles.
Inmensos recursos naturales
África tiene un enorme potencial de recursos naturales sin explotar. En la última década se han descubierto 61.000 millones de barriles de petróleo equivalente (boe) en el continente. El grueso de estos recursos es el gas natural, gran parte del cual aún no ha entrado en funcionamiento.
La industria ha ido descubriendo importantes yacimientos de petróleo en aguas profundas durante la última década. La italiana ENI explota actualmente el yacimiento de petróleo y gas “Baleine” en Costa de Marfil, que se descubrirá en 2021. Además, TotalEnergies y Shell están descubriendo los yacimientos de Venus y Graff en Namibia, con un potencial de desarrollo sin explotar.
Con estos tres grandes descubrimientos llega la perspectiva de explotar barriles de petróleo a menor coste. Los programas deinversión en recursos naturales en África van en aumento. Además, los últimos descubrimientos punteros impulsarán sólidos proyectos de desarrollo.
En un contexto de gasto energético mundial que sufre un crecimiento limitado, África superaría así a todas las demás regiones. Además, las inversiones ya no se limitan a Nigeria, Angola o el Congo. Ahora se extienden a Uganda, Sudáfrica, Costa de Marfil, Mozambique y posiblemente Namibia.
Una aceleración del proceso
Por el contrario, casi la mitad del gasto posterior a 2025 corresponde a proyectos sujetos a acuerdos del DIF. Así, la asignación de capital parece más vulnerable que nunca y dependiente de las fluctuaciones del mercado de materias primas. Los comités ejecutivos se adhieren a una estricta disciplina presupuestaria y prefieren redirigir el excedente de efectivo a los accionistas.
Los inversores quieren maximizar la rentabilidad de los proyectos. Minimizar el tiempo entre el descubrimiento de nuevos yacimientos y el inicio de la producción es un reto. De hecho, la creación de un flujo de ingresos se convierte en uno de los principales objetivos de la estrategia de desarrollo.
Al mismo tiempo, los gobiernos muestran interés en acelerar el proceso. Uno de sus objetivos es aumentar su cuota de ingresos. De hecho, los recursos presupuestarios de los Estados productores africanos alcanzarán su nivel más alto en una década.
Los ingresos combinados de los gobiernos africanos por la explotación de estos recursos naturales superarían los 100.000 millones de dólares en 2022. A estos gobiernos les interesa apoyar este aumento. Sin embargo, África también debe acompañar este crecimiento.
Evolución estructural y perspectivas
El primer paso sería minimizar la burocracia para agilizar la concesión de permisos y licencias de explotación. Reforzar la cadena de suministro para adaptarla a las necesidades de la industria es también un requisito previo fundamental. África necesita mantener la confianza de los inversores mediante la transparencia y la buena gobernanza.
La estabilidad fiscal promoverá el crecimiento de estos ingresos. Las empresas se centran en activos descarbonizados de bajo coste y se desprenden de activos más maduros y caros. Sin embargo, nuevos actores locales e independientes están entrando en el mercado en África.
La compatibilidad de estos proyectos con el objetivo de cero emisiones netas es crucial. En la COP27 de Egipto, África, que representa el 4% de las emisiones de CO2, reafirmará el desarrollo de los combustibles fósiles. Es un requisito previo para el desarrollo económico y el suministro de energía a casi 500 millones de personas.
África tiene considerables recursos renovables en energía solar, eólica e hidráulica, así como en silvicultura. Respetar el medio ambiente es un reto importante, construir un futuro con bajas emisiones de carbono. El reto consiste en combinar el crecimiento económico y la mejora de las condiciones de vida, alimentando al mismo tiempo el mercado de la exportación.